miércoles, 28 de abril de 2010

Política en la red: la falsa sinceridad

Se dice que Internet es el medio más democrático que existe. Y sí, comparto esa idea. Ningún medio ofrece las oportunidades que éste dispone para hacer uso de la libertad de expresión. Por este motivo, se llegó a considerar Internet como el salvador de los males políticos, pero evidentemente esto está muy lejos todavía de la realidad. En teoría es un instrumento en el que los políticos pueden volcar sus programas y todo lo que quieran hacer saber a sus simpatizantes y afiliados, y por otro lado la ciudadanía puede lograr encontrar un lugar más accesible y global donde poder afirmarse como conjunto o como partícipes en una ideología. Una parte lanza respuestas y la otra, preguntas. Esta combinación, como hemos dicho, teóricamente es perfecta, ambas partes pueden exponer sus intereses e inquietudes y hacerlo de forma libre. El problema está bajo mi punto de vista, en que no hay una comunicación suficiente entre ambas partes. Sí se pueden expresar, pero si no se establece un diálogo entre los implicados la comunicación nunca va a llegar a buen puerto.

Los políticos son conscientes de que esto ocurre, y también son conscientes de que esto les favorece. Cuanto menor sea el contacto con el pueblo, en menos situaciones comprometidas se verán envueltos y menos responsabilidades deberán aceptar. Por ello tampoco les interesa poner un remedio real a esta situación, pero sí de forma simbólica. Por este motivo, líderes políticos como Mariano Rajoy o José Luis Rodríguez Zapatero tienen cuentas en redes sociales como Facebook o Twitter.
Bajo mi punto de vista, esto no es más que un intento populista de hacer campaña. Comprendo, acepto y defiendo que los partidos políticos tengan una cuenta en una red social porque sin duda es un buen método para llegar a la población y publicar noticias, eventos o dotas de interés, pero que tengan una cuenta pública altos cargos y dirigentes del gobierno no lo veo útil. Ni para ellos, ni para el resto de los mortales. El anonimato que ofrece Internet es un arma de doble filo, y siempre ha sido valorada a la vez que recriminada, pero lo cierto es que existe. Los contactos de una red social nunca podrán saber con certeza quién está detrás de una determinada cuenta, y en el caso de estos y muchos otros líderes políticos y de otras índoles, es más que evidente que no son ellos los que contestan los mensajes o comentarios. Y en realidad, echando un vistazo a los dos perfiles citados, lo que aparece es lo mismo que podría aparecer en la página del partido. Con lo que, como digo, no le veo otro sentido que no sea el populismo y el intento de acercamiento al “pueblo llano”.

Ni todos los ciudadanos participan de la misma forma en internet, ni todos los partidos se involucran igual. Por lo general, todos los partidos llevan un control muy estricto de lo que en la red se está tratando y esto en muchas ocasiones, limita el diálogo ya no sólo entre partido y ciudadanía, sino también entre la propia ciudadanía. Quizá, quien ha abierto la brecha para que esto desaparezca, ofreciendo más libertad a la ciudadanía para que se expresen de una forma mucho más libre, ha sido el presidente de Estados Unido. Ha permitido que muchas corrientes, tanto a favor como en contra de lo que él predicaba, que se iban creando en la web siguieran su curso, sin poner trabas legales o de otro tipo. Este video muestra un ejemplo de ello. La canción surgió de forma extraoficial a la campaña de Obama, y finalmente no sólo se permitió, sino que se incorporó a ella.



No sé muy bien si considerar que la frase “En internet lo encuentras todo” es un tópico, puesto que no tiene una larga trayectoria, aunque es preciso recordar que Internet tal y como lo conocemos hoy en día no tiene más de diez años. En este post de mi blog, he intentado desmentir esta frase mediante la argumentación teñida con mi propia opinión. En Internet no lo encuentras todo, ni es un ente omnipotente, a pesar de que sí es el instrumento mágico que todo lo puede. Pero no debemos olvidar eso: se trata de un instrumento en manos de sus usuarios que, gracias a esa total libertad que ofrece, pueden hacer con él lo que les plazca.

Bollycao de ciudad


“Los scouts son unos frikis con uniformes raros que van por la vida salvando animalitos y haciendo fuego frotando palos y piedras.”

Por lo cerca que me toca, estoy muy harta de que se diga que los scouts son una secta. Soy una scout orgullosa y puedo afirmar que todos y cada uno de los clichés que se nos atribuyen son falsos: no hacemos fuego con palos y piedras (el mechero ha llegado a las vidas de todos los ciudadanos por igual), ni llevamos uniformes raros (unos vaqueros y un polo no me parece nada fuera de lo común), ni salvamos animalitos (simplemente no los maltratamos, como se supone que hace el resto de la humanidad) y evidentemente NO SOMOS UNA SECTA. Se trata de organizaciones sin ánimo de lucro, que se dedican a trabajar con los jóvenes y a organizar actividades para ellos, tanto a nivel local, como a nivel nacional, buscando siempre un fin social.

Para mí personalmente, son una forma de salir de mi rutina, de estar con gente con la que no suelo compartir mi día a día, de escapar de la ciudad y oxigenarme en la montaña y de viajar y conocer gente nueva.
Hay gente a la que este tipo de organizaciones no le aportan nada y en la que no se sentirían a gusto. Es totalmente comprensible y como diría una amiga mía (a la que espero que le guste este post) “hay gente pa’ to’”. Pero si hay algo que me molesta de verdad es el “hablar por no callar” y la crítica desde el desconocimiento.

Como tengo la sensación de que esto empieza a parecer un discurso de captación sectario, os dejo una canción compuesta por el Grupo Scout Vallaroso (al que pertenezco) con la que ganamos el III Premio del Festival Nacional de la Canción Scout en 2008. Se titula irónicamente “Bollycao de ciudad” y trata precisamente de esto, de los tópicos que se nos atribuyen. La canción es un diálogo entre un scout y un no scout. Espero que os guste



ESTRIBILLO:
No cogemos margaritas, no hacemos galletas
no queremos medallitas colgando de la chaqueta.
No cogemos margaritas, no hacemos galletas,
somos más que unos niños pijos luciendo la pañoleta

martes, 27 de abril de 2010

¡Las rubias! ¡las rubias! ¡las rubias no somos tontas!

Con la “r” con la “u” con la….¿?... ¡Las rubias no somos tontas!
¿Quién no ha cantado alguna vez esta canción? ¿Quién no ha contado un chiste sobre rubias? Quien diga “nunca” miente como un bellaco, porque que las rubias son tontas se dice desde que se inventó el tinte. O como algunos investigadores piensan, desde que se estrenó la película protagonizada por Marilyn Monroe “Los hombres las prefieres rubias” en 1953. Yo, personalmente considero que es desde que Belén Esteban irrumpió en el panorama televisivo



Como la mayoría de los tópicos, no tiene ningún tipo de fundamento empírico, y como tal es bastante fácil de desmentir. Las rubias no son más tontas por ser rubias, ningún estudio lo ha demostrado, y probablemente no lo hará jamás. Lo que sí se han logrado demostrar investigadores franceses, para mi sorpresa y supongo que la de muchos de vosotros, es que cuando un sujeto es expuesto a una imagen de una chica rubia, y luego se le pide que rellene un test, su rendimiento es más bajo. Esto ocurre tanto a hombres como a mujeres, independientemente de su color de pelo. Lo que demuestra este estudio no es la estupidez o inteligencia de las mujeres rubias, sino, cómo las personas están influenciadas por los estereotipos, puesto que cuando un individuo ve la imagen de una chica rubia, sin ser consciente de ello, baja el nivel de sus respuestas.
Otro estudio quizá más relacionado con el mito de las rubias y con un resultado muy similar, sometía a 80 universitarias, 40 de las cuales rubias, a un test en el que se medía la rapidez y la exactitud de las respuestas. Antes de comenzar les hicieron leer una serie de chistes, entre los cuales se encontraban algunos de rubias. Tras la lectura contestaron el test, y se comprobó que las rubias habían tardado más tiempo en contestar el test, pero habían logrado más aciertos. El motivo de esto es el mismo que en estudio anterior, el estereotipo les afecta, pero en este caso para trabajar más e intentar desmentir lo que de ellas se espera.
Este tópico típico se ha extendido tanto que incluso se utiliza como reclamo publicitario como veréis en el siguiente video



Tres de mis mejores amigas son rubias, y sí, admito que muchas veces bromeo con ellas y me río de las rubias, pero he de admitir, que las tres son personas muy inteligentes, con excelentes resultados académicos y una cultura envidiable. Es mi humilde y poco científica forma de hacer el estudio y sacar mis conclusiones.
Espero que este típico tópico haya quedado desmentido

miércoles, 21 de abril de 2010

Sobre los pueblos no tan pueblos

No vivo en un pueblo.
Sí, Arnedo es una ciudad, aunque lo cierto es que todos sus habitantes la vemos como un pueblo. Y en efecto, cumple todas las características que suelen tener los pueblos: nos conocemos todos, la mayor parte de su población se dedica a la agricultura y sí, los abuelos llevan boina. Por no hablar de que no tenemos ni un centro comercial, sólo tenemos una discoteca, y únicamente contamos con una línea de autobús urbano que funciona por la mañana y que jamás he visto con más de dos ancianos en él.
Para ir al cine tenemos que conducir 15 kilómetros, las marujas con los rulos salen al balcón a hablar con las vecinas de lado a lado de la calle y no dudarán en contarle a quien haga falta con quién volviste anoche a casa. El afilador pasa cada 15 días por la calle con su vespa y tocando la armónica para hacerse notar, y el butanero sigue pegando unos bocinazos a la hora de la siesta que no son normales.
Sí, los pueblos tienen muchos tópicos, y sí, Arnedo los cumple todos. Por eso, en mi primera entrada dedicada a desmentir los tópicos he fracasado en mi empeño. No he podido rebatir ni uno solo de ellos. Los pueblos cumplen todos y cada uno de los tópicos que se les achacan. Pero… espera… Que Arnedo es una ciudad… ¡A veces se me olvida que no es un pueblo!
Por eso, y viendo que no presento argumentos para desacreditar estos tópicos no intentaré desmentirlos e incluso, admitiré que para muchas ciudades pueden representar la realidad.